viernes, 27 de octubre de 2017

Turismo en San Salvador

La capital de El Salvador, San Salvador, es una moderna ciudad de anchos bulevares y estrechas calles, mercados al aire libre, edificios gubernamentales, altas torres, monumentos, una vida nocturna exuberante, museos y otras instituciones culturales. Y todo ello con el volcán San Salvador como telón de fondo. La ciudad está rodeada de barriadas así como de afluentes suburbios con restaurantes y grandes centros comerciales. Escenarios pacíficos, como el jardín botánico del Parque Cuscutlán, constituyen un descanso del ajetreado ritmo de la ciudad. 

Central Metropolitana

Resultado de imagen para catedral metropolitana, san salvador, el salvadorSe dice que, a finales del siglo XVI, se elevó una Iglesia dedicada al Divino Salvador del Mundo en el misterio de su Transfiguración, pero los constantes temblores no permitían ampliarla ni conservarla.

Conocida como la “Parroquia de San Salvador” o también como “Parroquia El Sagrario” tenía como curas rectores a José Matías Delgado y a Nicolás Aguilar en 1808, quienes históricamente se conocen como los próceres independentistas. Según los registros, fue elevada a catedral en 1842.

A causa de las inclemencias del tiempo, este templo se arruinó en abril de 1854 y las autoridades capitalinas se vieron obligadas a trasladarse temporalmente al municipio de Cojutepeque. Años más tarde, otro seísmo redujo a escombros lo que quedaba de la catedral en marzo de 1873. Esta vez, el gobierno eclesiástico se trasladó a la Nueva San Salvador.

En septiembre de 1877, se tuvieron iniciativas de edificar esta iglesia por segunda vez. Esta se situó en la antigua ubicación del convento y templo de Santo Domingo al frente de la Plaza Barrios.

Los datos históricos detallan que, en 1888, se inauguró el segundo edificio con estilo romano.Se construyó de maderas finas, algunas traídas del Líbano con el propósito que fuese más flexible ante los movimientos telúricos. Se caracterizaba por albergar bellas imágenes, ornamentaciones y retablos pintados por artistas salvadoreños. Sin embargo, se redujo a cenizas tras un imparable incendio el 8 de agosto de 1951.

Palacio Nacional

Ubicado en el Centro Histórico, este tesoro arquitectónico albergó, desde el siglo XIX, personajes e increíbles acontecimientos que fueron sumamente trascendentales en la historia política de El Salvador. Inicialmente, este Palacio se construyó de 1866 a 1870 y un fuerte incendio acabó con las estructuras el 19 diciembre de 1889.
Años más tarde, el gobierno de Pedro José Escalón, en 1903 realizó un concurso público para la nueva edificación del Palacio. El ganador fue el ingeniero José Emilio Alcaine quien propuso el plano iconográfico de la edificación, bajo la dirección del maestro de obra Pascasio González Erazo.

Considerado el primer edificio de la República, también se le llamó “El Palacio del Café” ya que, a través de un Decreto Legislativo, se estipuló que por cada quintal de café exportado, se invertiría un colón por esa cantidad para levantar la obra. En total se utilizaron 50 mil colones.

El pórtico principal está compuesto por seis imponentes columnas que combinan con las estatuas de Cristobal Colón e Isabel la Católica, donadas por el Rey Alfonso XIII en 1924. La arquitectura general de esta obra está definida por el estilo ecléctico el cual responde al orden jónico, corintio y romano de sus elementos.

Esta preciosa edificación conserva la mayoría de materiales que le conforman: la cristalería procedente de Bélgica, el mármol importado desde Italia y la madera procedente de El Salvador. Con el pasar de los años este sitio pasó en abandono por largo tiempo; sin embargo, fue declarado Monumento Nacional en 1980 lo cual impulsó a que se realizaran trabajos de restauración para rescatar este tesoro histórico, para abrirlo al público en el año 2008.


Teatro Nacional

El Teatro Nacional de San Salvador es el teatro más antiguo de todo Centroamérica.

Esta joya de la cultura salvadoreña comenzó a construirse en 1911 yconcluyó en 1917 tras un concurso internacional promocionado por el Estado salvadoreño. El diseño ganador fue el del arquitecto francés Daniel Beylard.

Se dice que la edificación suplantó a un antiguo Teatro Nacional que se incendió en febrero de 1910. A la fecha, mantiene su fachada principal, la columnata del centro y combina detalles neoclásicos, neogóticos y renacentistas.

Con el pasar de los años, este lugar ha recibido otras dos remodelaciones importantes: durante 1975 a 1976 y la más reciente en 2004 a 2007 para abrir las puertas al público en 2008.

Esta importante edificación ha sido escenario de óperas italianas, zarzuelas, dramas, conferencias científicas, conciertos de caridad y filmes cinematográficos importantes.

Su capacidad es de 650 asientos, distribuidos en tres niveles entre los cuales destacan el exclusivo palco presidencial y el área ministerial.

En su interior apreciará el ostentoso estilo renacentista francés con detalles Rococó, Romántico y Art Nouveau. Asimismo visualizará la cúpula elipsoidal que contiene un impresionante mural del pintor salvadoreño Carlos Cañas, combinada con una llamativa lámpara de cristal.

Hoy en día, el Teatro Nacional brinda servicios para el desarrollo de las artes como obras de teatro tanto nacionales como internacionales, conciertos de cámara, sinfónicos, música popular y folklórica, entre otras manifestaciones artísticas.

Cuenta con cinco espacios disponibles para la realización de estas actividades: la Gran Sala, el Foyer, Lobby, Sala de Cámara y Pequeña Sala para obras de menor montaje y duración.


El Salvador del Mundo

Un ícono de gran importancia para El Salvador y uno de sus más representativos es este monumento que se ubica en la conocida Plaza de las Américas.

La estructura, diseñada por el arquitecto José María Barahona Villaseñor, consiste en la figura de Cristo, patrón del país, sobre un globo terráqueo que a la vez está montado sobre un pedestal. En un principio la imagen estuvo en la tumba del Dr. Manuel Enrique Araujo, presidente de la república a principios del siglo XX. La familia del mandatario obsequió la imagen al arzobispo de San Salvador Monseñor Luis Chávez y Gonzálezen ocasión de celebrarse el Primer Congreso Eucarístico Nacional en 1942. Fue develado el 26 de noviembre de ese año.

Se dice que este es el principal símbolo de esperanza y la fe del pueblo salvadoreño, ya que después del terremoto ocurrido el 10 de octubre 1986, la imagen cayó al suelo y se partió en varios pedazos; por lo que su restauración también significó la recuperación de la ciudad recién devastada.

También esta destacable imagen aparecía en el reverso del billete correspondiente a 200 colones (la que fue moneda nacional hasta el año 2001) y también en la placa vehicular de El Salvador.

Cabe destacar que esta concurrida plaza fue rediseñada para finales de noviembre de 2010, ofreciendo áreas de descanso y sitios aptos para actividades ciudadanas.

Monumento a La Revolucion

El Monumento a la Revolución, mejor conocido como “El Chulón”, es un ícono salvadoreño de los más representativos. Esta gigantesca obra de arte sobresale en el camino que recorre la Avenida La Revolución, ubicada en la Colonia San Benito, del municipio de San Salvador.

Se construyó en el año 1955, mientras el Coronel Óscar Osorio fungía de Presidente de la República (1950-1956). Su develación fue hecha para conmemorar el movimiento revolucionario del 14 de diciembre de 1948, cuando se derrotó al General Salvador Castaneda Castro y culminó con la Constitución Política de 1950.

La obra fue elaborada por el mexicano Claudio Cevallos y su esposa Violeta Bonilla, salvadoreña y alumna del muralista Diego Rivera. “El Chulón” es un hombre desnudo que representa al pueblo liberado de ataduras impuestas por el gobierno de aquel entonces. Vale resaltar que esta vistosa silueta fue compuesta por piedras de diferentes regiones del país.

Por otro lado, la construcción es acompañada por una escultura con el nombre “Alegoría a la Constitución de 1950” o “Monumento a la Libertad”. En ella vislumbra un grupo de tallados en piedra que representan a un obrero y a una madre con su hijo. También una niña, otras dos esculturas femeninas, un soldado con su fusil apuntando al suelo y otra mujer que sostiene la Constitución de 1950. Todo el conjunto sostiene a una mujer desnuda cubierta con la bandera de El Salvador. Su autor fue el costarricense Francisco Zúñiga. Para poder tener acceso y apreciar los detalles de ambas esculturas, puede ingresar a las instalaciones del Museo de Arte de El Salvador (MARTE) y es gratis.

Iglesia El Rosario

Desde 1971, la iglesia El Rosario es un patrimonio religioso de los salvadoreños como una de las últimas iglesias construidas en la capital, que conserva un diseño arquitectónico moderno, enriquecido con influencia europea y única a nivel del continente.

Ubicada frente al parque Libertad es una edificación que mide 24 metros de ancho y 80 de largo cuya forma es oval sin columnas, con 22 metros de altura.

Inicialmente, este sitio sostuvo la histórica Iglesia Parroquial de San Salvador, cuyo constructor fue el presbítero y prócer de la independencia José Matías Delgado en el siglo XVIII. Se dice que la edificación era a base de madera pero que, lamentablemente, fue consumida por un incendio, razón por la cual el arquitecto y escultor Rubén Martínez, diseñó una innovadora edificación en 1962.

Martínez es el creador de monumentos importantes del país, como la Plaza de la Constitución, el Monumento a la Paz, y otras obras arquitectónicas.

En comparación a otros templos, la iglesia no tiene pilares que obstaculicen la visibilidad de los fieles hacia el altar y las vistosas imágenes religiosas que destacan en su interior.

Todo visitante apreciará sus singulares paredes de concreto visto, arqueadas por numerosos vitrales que colorean el interior sombrío del templo, elementos visuales que le dan una riqueza increíble a los atardeceres capitalinos. Su forma es más la de un hangar de aviones que la de una iglesia tradicional.


Cementerio de Los Ilustres

Desde 1849, el mítico Cementerio de los Ilustres se conserva como uno de los principales camposantos salvadoreños que contiene más de 400 tumbas pertenecientes a importantes familias y personajes distinguidos de la sociedad salvadoreña.

Este lugar es de gran interés histórico y artístico debido a los detalles de su construcción y la belleza de sus estatuas talladas en mármol que fueron elaboradas por escultores europeos y salvadoreños.

Según datos históricos, bajo la administración del presidente Rafael Zaldívar (1876 - 1884) el lugar era conocido el nombre de “Los Ilustres” al momento de erigir un segundo mausoleo en honor a Francisco Morazán, quien luchó por el ideal de unir en una sola Federación a los países Centroamericanos. Además que, a través de los años, las tumbas de personajes y familias distintivas poblaron el sitio.

Se dice también que a este lugar se le nombró como “Panteón de los Grandes Hombres” en 1913 por dictamen de la Asamblea Legislativa, tras el entierro de Manuel Enrique Araujo.

Situado en lo que un día fue una zona exclusiva y esplendor arquitectónico de la capital, en el Cementerio de Los Ilustres descansan los restos de los ex Presidentes de la República Gerardo Barrios, Manuel Enrique Araujo, Isidro Menéndez y Francisco Morazán. También distinguibles artistas del país como los escritores Salarrué, Arturo Ambrogi, Claudia Lars y Alfredo Espino, además de músicos como el paraguayo Agustín Barrios Mangoré.

 

Plaza Gerardo Barrios

Localizada en el corazón de San Salvador, la estatua del prócer Gerardo Barrios es un punto de referencia dentro del casco del Centro Histórico capitalino. Fue develada en 1909, en el mismo sitio que rodea construcciones emblemáticas tales como el Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana actualmente.

El escultor Francisco Durini fue el creador de dicha pieza elaborada de bronce que lo muestra sobre una estatua ecuestre militar. Está colocada sobre un pedestal de granito que, a sus costados, muestra escenas de batallas de la época y el escudo nacional de El Salvador.

Históricamente en este lugar se han dado lugar importantes acontecimientos como los disturbios que se generaron durante el funeral del arzobispo Óscar Arnulfo Romero asesinado en 1980 y la celebración del fin de la Guerra Civil en febrero de 1992.

Fue remodelada en 1999 y hasta la fecha da lugar a variedad de actividades civiles de interés público y hasta concentraciones políticas.

Museo Marte

Uno de los atractivos de la capital es el Museo de Arte de El Salvador (MARTE). Esta importante galería se encuentra en los alrededores del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) y a la par del Teatro Presidente, ambos ubicados en la colonia San Benito, en San Salvador.

Esta institución comenzó sus funciones el 22 de mayo de 2003. Tras el esfuerzo acumulado de varios años, MARTE se convirtió en un referente cultural del área centroamericana.

Este particular museo exhibe, de manera permanente, diversas formas de arte salvadoreño en colecciones privadas y la colección nacional, ya sea en pintura, dibujos, grabados y escultura. Son más de 260 obras disponibles, creadas por 177 artistas. Es así donde se puede apreciar una visión representativa del arte salvadoreño de mediados del siglo XIX hasta la época contemporánea.

Entre sus colecciones destacan obras de Rosa Mena Valenzuela, Salarrué, César Menéndez, Roberto Huezo, Carlos Cañas, José Mejía Vides y muchísimos más

De igual manera, se mantiene un programa de exhibiciones temporales importantes, con una duración que varía de un mes hasta tres, cuyo arte ha sido elaborado por maestros reconocidos por técnicas especializadas. Estas actividades de exhibición se complementan con un Programa Educativo que incluye visitas guiadas principalmente a las escuelas públicas del país, otro de capacitaciones dirigidas a docentes, y también talleres sabatinos además de charlas directamente vinculadas a las exhibiciones eventuales.

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