Municipio del departamento del mismo nombre. En el año de 1779 fue mencionada por el arzobispo
guatemalteco Pedro Cortés y Larraz como la “Hacienda Tepehahua” (cerro de
encinos). Fue habitada por la República Fefderal de Centro
América en Febrero de 1824 y ueron quienes autorizaron el comercio marítimo en
el Puerto de La Libertad (1831).
El 19 de Julio de
1858 fue erigida por decreto ejecutivo como pueblo y formó parte del
departamento de La Libertad a partir del 28 de Enero de 1865. Obtuvo el título
de villa en 1874 y de ciudad el 23 de Agosto de 1957.
Joya de Ceren
El sitio arqueológico Joya de Cerén
se ubica al sur del actual caserío con el mismo nombre en el municipio
de San Juan Opico, La Libertad. Este sitio es muy importante ya que
comprende los restos de la aldea prehispánica mejor preservada en
Mesoamérica. En 1993, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO, por ser el único sitio arqueológico en El Salvador con
evidencias de vida cotidiana de los habitantes de Mesoamérica de hace de
1600 años así como por su excelente estado de preservación de la
botánica y fauna antigua, y por ser una fuente de valor sobresaliente
desde el punto de vista de la historia, arte y ciencia.
Entre los servicios que brinda el parque se pueden mencionar:
- Servicio de cafetería
- Servicio de guías (no hay pago adicional por ello, ni se aceptan propinas)
Parque el Boqueron
La parte más alta del lugar, el borde del boquerón, está a mil 893
metros sobre el nivel del mar, por lo que hay cuatro miradores para
disfrutar el panorama. Si llueve, no se preocupe, ya que en el parque
hay una cabaña de resguardo en caso de lluvias. En el parque se
encuentra el comedor El Boquerón, donde podrán encontrar almuerzos a
unos $2 o $5 dólares más o menos. El combo de sopa y plato de gallina
asada cuesta $5.50. Solamente la sopa cuesta $2.00.
Con
la rica flora y espeso bosque, es fácil poder ver diferentes tipos de
aves y animales nativos de la zona como el Torogoz, el tepezcuintle y
los tucanes. Además de una bella variedad de flores exóticas como las
orquideas.
El parque ofrece una caminata a través de senderos
donde se puede apreciar la flora del lugar, los bosques de pinos y
tener una impresionantes vista del cráter del Boquerón. En compañía de
guías especializados, como la Policía de Turismo, es posible hacer
descensos hasta el fondo del cráter. Desde ahí se observa el “Picacho”,
el punto más alto del volcán y punto de llegada de las rutas de ciclismo
de montaña. Asimismo, en la carretera hacia el parque se encuentran
numerosos miradores y restaurantes con impresionantes vistas de San
Salvador.
Las Ruinas de San Andres
SAN ANDRÉS A 32 Km. de San Salvador, y a solo 3 Km. de distancia de Joya de Cerén, se encuentra este sitio arqueológico ceremonial.
San Andrés constituyó un centro regidor regional, ceremonial y administrativo entre los años 600 a 900 D.C. Ahí se encuentra un obraje de añil que data de la época colonial y que fue sepultado por la erupción del Volcán Playón en el año de 1658 D.C.
San Andrés ha sido un lugar de importantes hallazgos, entre ellos, un cetro religioso elaborado en pedernal. El complejo tiene un área de aproximadamente 35 hectáreas siendo uno de los centros prehispánicos más grandes de El Salvador.
San Andrés constituyó un centro regidor regional, ceremonial y administrativo entre los años 600 a 900 D.C. Ahí se encuentra un obraje de añil que data de la época colonial y que fue sepultado por la erupción del Volcán Playón en el año de 1658 D.C.
San Andrés ha sido un lugar de importantes hallazgos, entre ellos, un cetro religioso elaborado en pedernal. El complejo tiene un área de aproximadamente 35 hectáreas siendo uno de los centros prehispánicos más grandes de El Salvador.
Actualmente el sitio cuenta con un museo, una tienda de artesanías, guías locales y cafetería.A 32 kilómetros de San Salvador, el sitio arqueológico San Andrés es uno de los vestigios más importantes de la época prehispánica de la región.
Según investigaciones científicas esta fue la capital de un señorío maya con supremacía superior a los demás asentamientos que rodeaban el Valle de Zapotitán entre los años 600 y 900 d.C.
Además se caracterizaba como un pueblo agrícola debido a la riqueza del suelo. La historia indica que este territorio fue desocupado por una enorme erupción en el año 250 hasta que nuevamente se volvió a poblar en el siglo V.
Jardin Botanico La Laguna
El Jardín Botánico La Laguna es un parque nacional de El Salvador y jardín botánico de 46 manzanas de extensión, de las cuales 4.5 manzanas están destinadas para uso público, ubicado en el fondo de un cráter volcánico, en el municipio de Antiguo Cuscatlán, departamento de La Libertad.
En el fondo de un cráter existía durante muchos siglos una laguna, hasta que afines del siglo XVIII ocurrió la última erupción volcánica transformándola en una zona semipantanosa; drenándose en su mayor parte debido al terremoto de 1873.
Luego se convirtió en un área muy fértil dedicándose por mucho tiempo a la ganadería;
sin embargo parte de ella, pasó a formar parte de un jardín privado con
árboles centenarios y otros traídos de muchas partes del mundo.
En la década de los sesenta y setenta;
se construyó, en una parte de la zona, un complejo industrial y el
jardín privado fue entregado a una asociación privada para su manejo y
conservación.
Actualmente el sitio conocido como Jardín Botánico La Laguna, fue
abierto al público el 22 de diciembre de 1978, con una extensión total
de 30 hectáreas; de las cuales 3.15 ha, con una topografía plana, son de
uso público; el resto es un bosque primario que se encuentra bajo
condiciones de estricta reserva.
Toda el área está distribuida en 32 zonas con colecciones diversas de
plantas, rotuladas por: tipo de planta, nombre común, nombre
científico, familia y distribución; entre las que destacan: helechos,
plantas del desierto, plantas medicinales, huerto casero, orquídeas,
bromelias y áreas boscosas de vegetación nativa.
Asimismo tiene una biblioteca, zona de juegos para niños y niñas, en
los que se pueden destacar; columpios, subideros, y entre otros.
La Puerta Del Diablo
A un kilómetro al sur del Parque Balboa se encuentra el Cerro El Chulo, cuya formación pétrea ocasionada por un copioso temporal de 1762 se le conoce como “La Puerta del Diablo”. El múltiple panorama que se contempla desde ahí es de sublime belleza y de imposible descripción. Hay una concha acústica encavada en la masa pétrea, que hace del lugar un escenario de diferentes actividades recreativas. Su
nombre se debe a una curiosa formación de dos grandes rocas salientes
del abismo, que cortan la montaña haciéndole parecer un portón
gigantesco abierto al paisaje del fondo.
Desde la Puerta del Diablo se puede apreciar el litoral del Océano Pacífico, la Villa de Panchimalco, el lago de Ilopango, el cerro de las Pavas y el volcán de San Vicente. Este es un lugar de inspiración para poetas y escritores. Fue precisamente ahí donde uno de los más insignes poetas salvadoreños, llamado Alfredo Espino (1900-1928) escribiera un poema muy lindo titulado “Ascensión”.
Desde la Puerta del Diablo se puede apreciar el litoral del Océano Pacífico, la Villa de Panchimalco, el lago de Ilopango, el cerro de las Pavas y el volcán de San Vicente. Este es un lugar de inspiración para poetas y escritores. Fue precisamente ahí donde uno de los más insignes poetas salvadoreños, llamado Alfredo Espino (1900-1928) escribiera un poema muy lindo titulado “Ascensión”.
La popular Puerta del Diablo es un emblemático sitio turístico en las
afueras de la capital. Su característica principal es el clima fresco
que impera en las alturas de los tres peñascos que la conforman. Su
nombre original es Cerro El Chulo, que antiguamente era una sola roca.
Se dice que después de una fuerte tormenta en 1762, este terreno se vio
modificado por las fuerzas de la naturaleza.
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